›
Hijo de padre cubano y madre chilena, nació en Chile el 2 de julio del 2000 en la comuna de Providencia y desde hace tiempo viene mostrando sus cualidades en la cantera cruzada, esperando con ansias una citación a las filas del equipo que comanda Hernán Caputto.
“Estaba jugando contra Audax y cuando terminó el partido, el preparador físico de mi club me mostró la nómina y no podía creer que aparecía mi nombre, hace mucho tiempo que la esperaba”, confiesa el puntero izquierdo proveniente de la UC.
Sabe que ha trabajado duro por este llamado y admite -sin modestia- que estaba "picado" porque esa convocatoria no llegaba nunca, a pesar de su esfuerzo.
“Sabía que preguntaban por mí y jugaba al cien todos los partidos y me lesionaba, me daba rabia, pero lo seguía intentando, eso fue durante todo el año pasado, hasta que llegó mi oportunidad y no la voy a desaprovechar”, revela Pedro después de finalizar el entrenamiento que tanto demoró en llegar.
Desde los siete años que juega fútbol y tiene claro que la familia es muy importante cuando quieres dedicarte al cien por ciento. De hecho, al primero que llamó cuando le dijeron que había sido convocado fue a su padre.
“Estaba con un compañero porque mis papás habían ido a ver a mi hermano que juega en la sub 19 de Palestino, así que sólo cuando llegué a la casa nos pudimos abrazar, estábamos todos muy felices”, recuerda.
Con visos de madurez tiene claro que debe hacer las cosas bien: “Tengo que entrenar al cien, hacer lo que el profesor me diga y ser muy humilde”.
“Lo bueno es que no soy el nuevo porque ya conocía a varios de la Selección porque antes jugaba en Colo Colo, en el 2011 me fui a la UC. Ahora sé que debo mejorar cosas, pero tengo condiciones para llegar a estar en la nómina final”, propone con fuerza el puntero que quiere transformarse en el poder goleador de la Roja juvenil.
FOTOGRAFÍA: ALVARO INOSTROZA / COMUNICACIONES ANFP