El hermoso castillo de Bois – Guy, ubicado a una hora por carretera de Rennes y en pleno campo de Bretana, es el lugar en que La Roja Femenina preparará el decisivo duelo de este jueves ante Tailandia. Su último compromiso en el Grupo F de la Copa Mundial Femenina de la FIFA – Francia 2019 y, más importante aún, el que le podría significar el paso a los octavos de final del certamen.

Luego de un viaje de dos horas y media en el TGV entre París y Rennes, la delegación se trasladó en bus a su apacible lugar de concentración. Rodeado de exuberante verde y a tres kilómetros del pueblo más cercano (Parigné), el imponente castillo del medioevo ofrece la tranquilidad necesaria para preparar un partido de tanta trascendencia.

Este martes, La Roja tuvo su primera práctica de esta segunda incursión en tierras bretonas. A las 11 de la mañana, la escuadra que comanda técnicamente José Letelier arribó al Stade de Parón Sud, el sitio de entrenamientos, y durante una hora y media pudo repasar movimientos tácticos y estrategias diseñadas para abordar el choque con las asiáticas.

Tras la sesión, la delantera María José Urrutia analizó el compromiso venidero: “En los minutos que se den, tenemos que marcar sí o sí para poder optar al triunfo. Ahora tenemos que ir con todo, pues no nos sirve empatar y menos perder. Yo estaría feliz de aportar con lo mío, que son los goles, y sacar este partido adelante”, expresó.

Por su parte, la defensora Javiera Toro explicó que “tenemos que dejar que el juego que sabemos hacer fluya, para así ganar más confianza. No está en nuestra mente la posibilidad de perder, estamos muy focalizadas en ganar este partido y estamos trabajando para eso”.

Debido al triunfo de Francia sobre Nigeria de anoche, en partido válido por el Grupo A, La Roja Femenina llegará sí o sí con opciones matemáticas de clasificación a la segunda ronda. Si necesita un marcador de película o sencillamente un triunfo sobre Tailandia, se verá solo cuando concluyan las otras llaves en disputa. La ilusión está intacta...

POR ANTONIO LOMA–OSORIO
FOTOS: CARLOS VERA
DESDE FOUGERES, FRANCIA